Se acabó. Punto final. No hay vuelta atrás. La Copa Davis, tal como la conocemos, tiene fecha de vencimiento, puesto que ayer en Orlando se confirmó la reestructuración del mítico e histórico torneo.
En 2016, en Zagreb, Argentina venció 3-2 a Croacia y se consagró campeón de la Davis por única ocasión en su historia. / Foto: German Garcia Adrasti
Los dirigentes se cargaron con uno de los certámenes más amados por el público. Temporada a temporada, la Copa Davis sintetizaba una mezcla de sensaciones que sólo eran posibles de contemplarse en ese evento. Ningún otro campeonato pudo ni podrá igualar lo que generaba la Davis: triunfos de jugadores no reconocidos en el circuito, la posibilidad de jugar en tu país junto con tu gente, la presión que sentían muchas veces los mejores rankeados para poder sacar adelante un partido frente a un rival inferior, el color de las tribunas, poder elegir la sede y, en consecuencia, la superficie y los épicos encuentros al mejor de cinco sets. Todo eso, murió. Lamentablemente, la plata, otra vez, se cargó con una historia que nació 118 años atrás. Billetes matan tradición.
A partir de la próxima temporada cambiará la forma de competencia y estará muy lejos de acercarse al formato actual. La idiosincrasia, bien y gracias. Nuevamente ganó la cofradía dirigencial. Ellos son los que tienen voz y voto, pero los que juegan son los tenistas. Y no pudieron ser escuchados. Tanto es así que, por ejemplo, Francia votó a favor de la reforma, mientras que sus representantes se opusieron de manera terminal.
El final de la obra se conocía de antemano, casi como si fuera algo normal. La idea de cambiar, de generar mayores recursos económicos, significó el final de una era. Y los valores que se fueron tejiendo, empezarán a quedar en el camino.
Por suerte, existió 2016, el año que cambió a la Argentina para siempre. El trofeo más esquivo del deporte nacional pudo ser levantado. La deuda quedó saldada a tiempo. Casi como si el destino sabía de este cambio que iba a modificar la Copa Davis para siempre.
El Aldo Cantoni terminó siendo una fiesta. Papelitos por el aire, un botellón de champagne en el centro de la cancha, música a todo volumen y los tenistas y el cuerpo técnico argentino bailando al ritmo de la cumbia del momento.
Todos abrazan a Guido Pella. La emoción del equipo argentino. / Foto: Telam
El desahogo fue total. Porque no era una serie cualquiera. Era una serie para empezar a volver a poner las cosas en su lugar. Y el rival le agregaba una pizca de condimento. No era lo mismo enfrentar a Ecuador –por poner un ejemplo- que a Chile. La rivalidad que se gestó en los últimos 30 años con el país transandino agigantó la importancia del enfrentamiento.
Volver al Grupo Mundial es el objetivo que se trazaron el capitán Daniel Orsanic y los jugadores después del descenso del año pasado en la fría y lejana Astaná en Kazajistán. Y anoche pudieron dar el primer paso en la operación retorno: triunfo 3-2 ante el conjunto chileno.
Pero esa victoria fue sufrida. Tuvo distintos vaivenes. Un electrocardiograma hubiese servido para graficar el corazón de los que estaban sufriendo en San Juan como en cualquier parte del país. También, hubiese reflejado lo cambiante que se mostraron todos los partidos. Tras un 1-1 al cabo del primer día de acción, el dobles pasaba a ser un punto casi decisivo para ambos equipos. Si bien la pareja argentina –compuesta por González y Pella- comenzaron más activos y casi sin fisuras, los dirigidos por Nicolás Massú revirtieron el marcador y se hicieron con el cotejo en tres parciales.
Los nervios afloraban. Nadie podía evadir la tensión que se sentía en el estadio. Sin embargo y con la obligación de ganar para mantener viva la serie, Diego Schwartzman, actual 15 del mundo, tomó la bandera y derrotó en un doble 6-4 a Nicolás Jarry, la máxima esperanza del tenis chileno.
Luego de la victoria, el clima era otro. La euforia comenzaba a tapar de a poco los nervios. Las expectativas en cuanto a un triunfo crecían. Y el público se hacía oír al grito de “Argentina vamos, ponga huevos que ganamos…” Entonces fue el turno de Guido Pella de tapar los murmullos por su designación –reemplazó a Nicolás Kicker-. El bahiense, que había caído en sus últimas tres presentaciones en singles en la Davis, salió a la cancha con la ilusión de revertir la imagen. Y más allá de algún sufrimiento, el zurdo se aprovechó de la juventud de Christian Garín y lo llevó a cometer una gran cantidad de errores no forzados. En la segunda bola de partido, Pella no falló y se quedó con el triunfo y, principalmente, con el boleto a los playoffs de septiembre para intentar el regreso al Grupo Mundial, ese lugar de donde Argentina nunca debió salir.
La Copa Davis trajo este fin de semana otro capítulo para su larga historia. Por suerte, este lo escribieron con la pluma argentina.
Varios jugadores metidos en el Top-10 por un largo tiempo, doblistas Nº1 del mundo y más de cinco tenistas ubicados dentro de los 50 mejores cada temporada. Sin embargo, una de las mejores generaciones de la historia francesa no podía terminar de expresar esos logros en un título. Con la dificultad que requiere ganar un Grand Slam en singles, el objetivo de los galos era la Ensaladera de Plata. Y esta mañana lograron sacarse la espina que tenían clavada al ganar la Copa Davis.
Ocho fueron los jugadores franceses que disputaron la actual Copa Davis: Tsonga, Pouille, Pierre Hughes Herbert, Gilles Simon, Richard Gasquet, Nicolas Mahut, Julien Benneteau y Jeremy Chardy. / Foto: Copa Davis.
Si bien Jo Wilfred Tsonga -la principal raqueta- cayó en sets corridos (6-7 3-6 2-6) ante el belga y finalista del Masters Finals, David Goffin, Lucas Pouille consiguió el triunfo más importante de los últimos 15 años tras batir 6-3 6-1 6-0 a Steve Darcis. La experiencia copera contra la juventud desfachatada del galo. Ambos habían cedido en sus respectivos duelos del viernes y los dos tenían la responsabilidad de llevar a su país a la gloria. A lo más alto. Y a donde soñaron durante toda la temporada.
A pesar de eso, Pouille se hizo fuerte, aprovechó el apoyo del público y desplegó un tenis soñado. Magnífico. Sin fisuras y de alto vuelo. En tanto, Darcis poco pudo hacer ante el asedio de su rival y, en consecuencia, no logró mantener su racha positiva en definiciones en el quinto partido de la Davis (5-0 antes de este encuentro).
Bajo la capitanía de Yannick Noah, último francés en ganar un campeonato grande -Roland Garros 1981-, Francia alcanzó su décima corona en el certamen más destacado a nivel mundial por equipos.
Luego de haber perdido la final en 2014 (derrota frente Suiza), llegó ese título tan necesario y esperado para una generación que hace tiempo soñaba con levantar la Ensaladera de Plata.
El equipo argentino masculino Sub 16 derrotó esta mañana 2 a 0 a Croacia en el marco del duelo por el tercer y cuarto puesto de la Copa Davis Junior, que se disputó en Budapest, Hungría, y, de este modo, los chicos lograron subirse al podio por segundo año consecutivo.
Sebastián Gutiérrez (capitán), Lingua, Cerúndolo y Tirante posan con la medalla bronce en la ceremonia de premiación. / Foto: AAT
Argentina sigue dando que hablar en los certámenes mundiales y en esta ocasión los juveniles marcaron la agenda con una buena semana, en la cual obtuvieron tres triunfos y solamente una caída. Para dejar rápido de lado el descenso del seleccionado mayor a la Zona Americana de la élite del tenis mundial, los Juniors dieron señales positivas con respecto al futuro.
Juan Manuel Cerúndolo, Thiago Tirante y Alejo Lingua fueron los representantes albicelestes en el evento mundial, que reunió a los mejores 16 países del mundo. Cerúndolo se erigió como el singlista Nº1 de la delegación. El zurdo de 15 años exhibió todo su repertorio en el torneo y reveló su principal virtud: la táctica. En tanto que Tirante, platense de 16 años y actual 69 del ranking ITF, se despeñó como la segunda raqueta argentina y, además, hizo de compañero del doblista Lingua cada vez que debían jugar en pareja.
Por otra parte, el equipo femenino, compuesto por Ana Geller, Jazmín Ortenzi y Maia Haumüller y capitaneado por Marcelo Gómez, terminó su experiencia mundialista en la sexta ubicación.
Las bases están firmes. Ahora es tiempo de construir el futuro de estos chicos.
El equipo argentino de Copa Davis cayó el pasado fin de semana ante Kazajistán por 2 a 3 y, de ese modo, descendió a la Zona Americana del evento más importante del tenis por países.
La derrota de Schwartzman ante Mikhail Kukushkin marcó el final de la Argentina. / Foto: Cézaro De Luca – Clarín
A diez meses del tan ansiado título en Zagreb, Argentina pasó de la gloria eterna a una enorme frustración. Del festejo a las lágrimas. De la alegría a la tristeza. Y de la victoria a la derrota. El contexto cambió por completo.
Las complicaciones para armar el equipo fueron un dolor de cabeza para el capitán Daniel Orsanic. Desde los retiros definitivos de Juan Martín Del Potro, la mejor raqueta nacional, y de Leonardo Mayer, jugador copero por excelencia, que hilvanaba 10 triunfos seguidos como singlista en la competencia, la lesión de Federico Delbonis y los «no» de Horacio Zeballos y Carlos Berlocq generaron un problema en el exdoblista, quien debió recurrir a las convocatorias de los experimentados Diego Schwartzman y Guido Pella -único campeón en viajar a Astaná- y de los debutantes Andrés Molteni y Máximo González para intentar mantener la categoría en el Grupo Mundial, sitio que ocupó de forma ininterrumpida por 16 años.
El grupo unido, como en todas las series. Orsanic y su mayor logro: la transmisión de los valores humanos. / Foto: Cézaro De Luca – Clarín
Si bien en la serie el factor común fue la paridad, la moneda terminó cayendo para el lado local. Y, a partir de entonces, empezaron los cuestionamientos hacia jugadores, cuerpo técnico y dirigentes por parte de algunos aficionados y periodistas. Como si de ser los mejores pasaron a ser los peores o como si toda opinión dependiera de un resultado. Una falacia absoluta.
Se perdió la categoría. Pero eso no debe empañar lo conseguido el año pasado. Ganar la Ensaladera de Plata era una cuenta pendiente para el tenis argentino y este grupo de tenistas logró cumplir el cometido.
Kazajistán cuenta con un Centro Nacional de Tenis con 24 canchas, repartidas entre superficies rápidas y polvo de ladrillo, tanto indoor como al aire libre. Argentina no puede seguir postergando la construcción de un predio de esa magnitud. / Foto: Internet
Quizás la única crítica lógica sería hacia los dirigentes quienes no supieron aprovechar el momento de prestigio para comenzar a trabajar en el futuro con la construcción de un centro nacional de tenis, tan reclamado a lo largo del último tiempo por varios referentes. Uno de ellos, el tandilense Del Potro.
En todo deporte se gana y se pierde. Y esta vez al conjunto albiceleste le tocó caer. Si bien Argentina volverá a jugar como grupo recién en abril de 2018, el tiempo para planear la vuelta a la élite del tenis mundial debería comenzar lo antes posible. Será clave el armado de un proyecto, que incluya a las bases, a los jugadores profesionales y a Orsanic, quien finaliza su contrato de capitán a final de año y su renovación es toda una incógnita. La operación retorno no puede perder ni un sólo segundo más.
Aguerrido, humilde, respetuoso y con buena energía. Describir a Leonardo Mayer es complicado porque todo adjetivo queda corto. Sin embargo, fue ese tenista que siempre dejó bien parada la bandera Argentina y que hoy determinó su retiro definitivo de la Copa Davis.
Un anuncio inesperado. Que sorprendió a la mayoría. Esencialmente por su predisposición absoluta cada vez que lo citaron para representar al equipo en el torneo más importante a nivel países. Su decisión genera nostalgia y emoción, aunque antes que nada agradecimiento.
Mayer, en el foco de la escena, abrazado por sus compañeros tras conseguir el pasaje a la final de la Copa Davis 2016. / Foto: Reuters
Agradecimiento por cada victoria. Por cada gota de sudor que derramó en la cancha producto del constante esfuerzo. Por decir siempre presente. Por aquel inolvidable partido de la primera ronda en 2015 ante Brasil como local -marcó un récord en cuanto a la duración-. Por los triunfos en Gdansk o por la victoria ante Dan Evans en el quinto punto frente a Gran Bretaña en las semifinales del año pasado. Y por el título que lograron en Zagreb, hecho que sucedió por primera vez en la historia albiceleste.
Rostro de emoción para Mayer cuando derrotó 7-6 (7-4), 7-6 (7-5), 5-7, 5-7 y 15-13 al brasileño Joao Souza en el partido más largo de la historia del certamen (6 horas y 42 minutos). / Foto: DyN
Padre de Valentino hace ocho meses, sus prioridades cambiaron de rumbo. Quizás ahora esas semanas «coperas» serán utilizadas para dedicarle gran parte de su tiempo a sus más cercanos, para enfocarse en sus últimos años de la carrera tenística o simplemente para ir a su Corrientes natal a pescar.
Con 10 partidos de singles ganados de forma consecutiva desde el repechaje en Sunrise 2014 a las semifinales en Glasgow 2016, Mayer deja el barco de la Davis para darle paso a otros compatriotas.
«Cumplí una etapa. Di mucho para la Copa Davis. Incluso más de lo que podía. Dejé muchos cosas de lado por estar. Se cumplió un ciclo», sentenció esta tarde el correntino tras su triunfo de primera ronda en el US Open ante Richard Gasquet. / Foto: Adrián Quiroga
El «Yacaré» se va con el cariño de todos los fanáticos gracias a su participación estelar en el sueño que tenían los argentinos. Ese de levantar la Ensaladera de Plata. Ese que se había frustrado en las anteriores cuatro finales. Y ese que desde el 27 de noviembre del año pasado se hizo realidad.
El equipo kazajo de Copa Davis tendrá dentro de un mes una parada complicada en sus aspiraciones por ascender al Grupo Mundial del certamen más importante de países en el deporte de la raqueta cuando reciba del 15 al 17 de septiembre a la Argentina en el estadio nacional de Astana. Y ante la falta de nombres rutilantes celebran la consolidación de Alexander Bublik, quien a los 20 años cargará en su espalda la responsabilidad de conducir a Kazajistán hacia la victoria.
Alexander Bublik en Wimbledon. / Foto: Getty
Hace tres temporadas, Bulat Utemuratov, presidente de la Federación de Tenis de Kazajistán, vio en Bublik una futura estrella del tenis mundial y, en consecuencia, decidió ofrecerle una alta suma de dinero para que el nacido en Gatchina, Rusia empezara a jugar para el país bicontinental.
Bublik será una carta a temer para el conjunto argentino. Probablemente, la más peligrosa. Sin embargo, el jugador de 193 centímetros y actual 104 del ranking mundial es una incógnita, puesto a sus resultados y rendimientos irregulares. En lo que va de la temporada consiguió dos títulos Challengers (Morelos y Aptos) y superó las clasificaciones en el Abierto de Australia y en Wimbledon, aunque durante varias semanas no pudo avanzar a los cuadros principales en torneos ATP. Además, el diestro con revés a dos manos enfrentó a dos tenistas argentinos: triunfo ante Juan Pablo Paz (383º) y derrota en tres parciales frente a Renzo Olivo (116º).
Alexander Bublik en la qualy de Rolad Garros. / Foto: Getty
Si está enchufado, la derecha vuela en la cancha. Más aun sobre superficies rápidas. El saque acompaña su juego. En el debe tiene los movimientos en la red, que no son del todo confiables.
De todos modos, los kazajos confían en él. Y, de no mediar inconvenientes, será la raqueta Nº1 del equipo local. Lo que sí, habrá que esperar para que lado juega el comodín.
A un mes de la serie de la Copa Davis ante Kazajistán analizamos la temporada y el presente de los posibles convocados por Daniel Orsanic.
Argentina, el último campeón de la competencia, intentará mantener la categoría para volver a pelear por el título en 2018. / Foto: Germán García Adrasti (Clarín)
El capitán argentino del equipo de Copa Davis atravesará en un mes la situación más complicada desde que asumió su cargo. La serie ante el país asiático tiene un sabor especial, puesto que está en juego la plaza del Grupo Mundial de 2018. La chance de descender pone en jaque al actual campeón que intentará sortear las dificultades que propondrán los kazajos.
Si bien los tenistas rivales no tienen el nivel de los argentinos suelen agrandarse cuando defienden su camiseta. Además, la superficie los favorece: una cancha indoor en el Centro Nacional de Tenis, sitio que albergará el duelo entre ambas naciones y con capacidad para 3.860 espectadores, será la elegida por el conjunto local.
El nivel de Diego Schwartzman crece torneo a torneo. Habrá que ver si responde en el evento copero. / Foto: AFP
Orsanic posee distintas variantes para formar el equipo que visitará del 15 al 17 del septiembre la capital de Kazajistán, ciudad que habitan aproximadamente 815.000 personas.
Con la ausencia de Juan Martín Del Potro, as de espada y clave en la consagración del año pasado en Zagreb, casi confirmada, el capitán del grupo cuenta con seis jugadores para cuatro puestos. De todos modos, aguardará hasta la fecha límite para entregar la lista definitiva.
Sin la presencia del tandilense, Diego Schwartzman se alista como la raqueta Nº1 de Argentina. El nacido tenísticamente en el Club Hacoaj viene de un temporada positiva al punto de haber alcanzado su mejor ranking, 33º. Los mejores resultados los logró sobre polvo de ladrillo, entre los cuales se destaca la tercera ronda en el Abierto de Francia y los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo, aunque en canchas rápidas alcanzó la misma instancia en el Masters 1000 de Montreal.
Si bien arrancó el año de forma irregular -pasó por varias lesiones musculares-, Federico Delbonis tiene grandes chances de participar frente a los kazajos. Su actuación en esta competencia lo califican como un jugador «copero». Asimismo, se destaca las semifinales que logró en el ATP 500 de Hamburgo, donde superó la clasificación.
Guido Pella atravesó un comienzo de temporada similar al del hombre de Azul. El zurdo de 27 puso la cara en febrero ante Italia en la caída 2-3 en Parque Sarmiento, cuando perdió sus dos singles. Tras una caída abrupta en marzo en el ranking fue escalando de poco al punto de volver a meterse en el Top-100. Ganó los Challenger de Milán y de Floridablanca y llegó a la final del ATP 250 de Münich, donde perdió en la definición contra el alemán Alexander Zverev.
El correntino Leonardo Mayer recuperó en las últimas semanas su mejor versión. Luego de ser padre tuvo que salir a pelearla en el circuito Challenger hasta que levantó el trofeo en el ATP 500 de Hamburgo como lucky loser. A pesar de eso, se perfila como una fija para integrar la pareja de dobles. Luego, habrá que ver como se adapta a la superficie y si está apto físicamente para batallar durante cinco sets en algún single.
Los otros dos con posibilidades de estar en Kazajistán -aunque con menos posibilidades- son Horacio Zeballos y Carlos Berlocq. Después de un inicio complicado y sin grandes resultados, el marplatense se destacó en la gira de polvo de ladrillo, donde se situó en las semifinales del ATP 500 de Barcelona y en la cuarta ronda de Roland Garros. En tanto, Charly tuvo una destacada actuación en el ATP de Buenos Aires (perdió en semis ante el japonés Kei Nishikori). No obstante, lo que más se le reconoce es su entrega bajo la celeste y blanca. Con la camiseta nacional, Berlocq saca un plus. Al punto de haber ganado dos de los tres puntos que disputó este año en el certamen más importante a nivel países.
Hay jugadores y sobran variantes. Ahora la pelota está del lado del capitán y de su grupo de trabajo, quienes intentarán formar el mejor equipo posible para cumplir con el único objetivo: mantener la categoría.
Ser campeones de Copa Davis fue toda una alegría tanto para los aficionados al tenis argentino como para dirigentes, jugadores y cuerpo técnico. Sin embargo, generó un desgaste que no todos lograron superar.
El grupo que se consagró en Zagreb junto al capitán Daniel Orsanic. / Foto: Germán García Adrasti
A seis meses de la hazaña en Zagreb, los tenistas que representaron al país en esa serie aún no encuentran su mejor versión dentro de una cancha y, en consecuencia, no logran sacarle provecho a esa coronación histórica.
El caso más emblemático es el del as de espada de la armada albiceleste: Juan Martín Del Potro. El tandilense obtuvo esta temporada en Delray Beach su mejor resultado. En aquel torneo que marcó el año pasado su regreso a las pistas, Delpo alcanzó las semifinales. Luego, disputó otros tres certámenes y en todos perdió en la segunda ronda.
Del Potro tuvo que alterar su gira de polvo de ladrillo por la muerte de su abuelo / Foto: Clarín
El zurdo Federico Delbonis fue el partener ideal en la fría Croacia. Su triunfo ante Ivo Karlovic le brindó la primera Ensaladera de Plata a la Argentina. Y el nivel que desplegó esa tarde auguraba un muy buen 2017. Sin embargo, el azuleño cayó a la posición 124 del ranking a raíz de la no defensa del título en Marrakech, Marruecos. En el Masters 1000 de Miami llegó hasta la cuarta instancia, donde cedió ante el japonés Kei Nishikori. Luego, una lesión muscular le impidió continuar jugando torneos y todavía continúa rehabilitándose con el objetivo de poder disputar dentro de tres semanas el segundo Grand Slam de la temporada.
Cuando había levantado su nivel, el zurdo sufrió una lesión muscular que le impidió desplegar su tenis sobre el polvo de ladrillo europeo. / Foto: AP
El caso más preocupante es el de Leonardo Mayer, quien no muestra señales positivas hace un largo tiempo. A partir de mediados de 2016, el «Yacaré» está en un nivel tenístico muy bajo. No puede conseguir resultados positivos que generen un envión anímico. Bajó al circuito Challenger para intentar volver a meterse dentro de los cien mejores del escalafón mundial, situación que no solo no logra conseguir, sino que está en caída libre (148º). Su mejor resultado este año fue en Tigre, donde desperdició la oportunidad de ganar su primer éxito de la temporada al caer en el encuentro decisivo contra Taro Daniel.
Los mejores resultados de Mayer en 2017 fueron en dobles. / Foto: Adrian Quiroga
Por último, está el caso de Guido Pella. El mismo reconoció que «haber obtenido semejante logro me sobrepasó en todos los sentidos». Se vio avasallado. Recorrida por canales de televisión, medios gráficos. Falta de vacaciones y una corta pretemporada le jugaron en contra a la hora de comenzar el 2017. El bahiense de 26 años se encuentra actualmente en la ubicación 158. No obstante, viene de menor a mayor. Tras un comienzo fallido, Pella alcanzó la tercera vuelta en Miami y la final del ATP 250 de Múnich, donde superó la clasificación. Gracias a esta actuación ascenderá varias colocaciones y quedará al borde de ingresar nuevamente al Top-100.
Pella perdió este año sus dos partidos en la primera ronda de la Copa Davis ante Italia. / Foto: Germán García Adrasti
De todos modos, el presente de los cuatro campeones es llamativo. Ninguno logró capitalizar positivamente el título logrado en Zagreb. Se vieron sobrepasados. Y habrá que ver si luego de seis meses estos tenistas consiguen repuntar el complicado comienzo de temporada. Condiciones y ganas sobran.
El equipo argentino de Copa Davis deberá asistir del 15 al 17 de septiembre a Kazajistán. No para disputar las semifinales del certamen más importante del mundo a nivel países, sino que para evitar el descenso. Si bien el campeón defensor no tuvo el mejor sorteo, tampoco salió tan mal parado con el cruce.
Kazajistán no tiene jugadores nacidos en su país. Bulat Utemuratov, presidente de la Federación de Tenis de esa Nación, contrata algunos tenitas rusos o ucranianos a cambio de altas sumas de dinero. / Foto: Copa Davis
Parecería que el país bicontinental, que comparte territorio entre Asia y Europa, es un «cuco» en el objetivo de mantenerse en el Grupo Mundial. Sin embargo, ¿es así? ¿Tan complicada será la visita a Astana? A pesar de que aún falta cinco meses para el duelo entre estas dos naciones ya es posible realizar un análisis de Kazajistán.
Lo que es seguro es la superficie que utilizará el conjunto local. Optarán por una cancha rápida, donde sus jugadores más cómodos se sienten. Las miradas caen sobre Mikhail Kukushkin, el mejor ubicado de los suyos. Actual 77º, el kazajo se afirma como el as de espadas de su delegación. El hombre de 29 años ganó un título en 2010 en San Petersburgo, Rusia.
No obstante, Kukushkin no es la única carta que poseen los euroasiáticos. Entre sus filas tienen a dos promesas del tenis mundial. Los #NextGen Dmitry Popko y Alexander Bublik son el presente y el futuro. Ambos ya están afianzados dentro del Top-200 y buscan seguir codeándose con los mejores torneo a torneo.
Bublik está en la posición 13 en la Carrera a Milán. / Foto: Getty
En cuanto a Bublik nació en Rusia y se nacionalizó en el último tiempo kazajo. Posee un buen drive y un interesante revés cruzado. De lo más prometedor en lo que refiere a menores de 20 años. Su 1,93m le permite ganar bastante gracias a su servicio, aunque también sus desplazamientos son algo lentos. De todas formas en la última serie ante China, en la que se impusieron por 4 a 1, decidió no participar.
Por otro lado, Kazajistán cuenta con la experiencia de Aleksandr Nedovyesov y de Andrey Golubev, quienes se destacan en el dobles. Ambos triunfaron ante la pareja china en cinco sets y, de no mediar inconvenientes, jugarán contra Argentina.
La relación del tandilense con Daniel Orsanic, capitán argentino de Copa Davis, sería la clave para que Del Potro juegue en Kazajistán. / Foto: Clarín
La presencia de Juan Martín Del Potro marcará la vara de la serie. Su posible participación cambiaría radicalmente la valoración de un cruce que se lo pinta más complicado de lo que es. Kazajistán es un adversario para respetar, pero no para temer. El campeón del año pasado ya demostró lo que es conquistar tierras ajenas y en septiembre tendrá otra oportunidad para justificar que el título de 2016 no fue casualidad.
Un poco de tenis 