Desde hace dos años que Alexander Zverev demuestra que más tarde que temprano ocupará la cima del ranking mundial. A los 21 años, el alemán sigue llenando sus vitrinas con trofeos y se asienta como el tenista en actividad fuera del Big-4 (Federer, Nadal, Djokovic, Murray) con más títulos de Masters 1000.
Tras haberse consagrado la semana pasada en el ATP 250 de Munich, esta tarde hilvanó su segunda conquista consecutiva al vencer al austríaco Dominic Thiem por doble 6-4 en la final de Madrid. En la Caja Mágica, Zverev realizó sus mejores trucos: en cada encuentro no dejó dudas desde el servicio, estuvo encendido desde la línea de base tanto con su revés –su golpe más efectivo- y con su drive y, además, no cedió ningún set a lo largo del torneo.
Fueron pasando los rivales, los estilos y las instancias. Sin embargo, nunca se vio confundido. A pesar de su juventud, Sascha –como se lo conoce en el circuito- venció todas las presiones y se movió en la cancha como un experimentado.
Su cuenta pendiente son los Grand Slam, donde aún no pudo avanzar más allá de la cuarta ronda. El año pasado llegó a Roland Garros como el favorito a arrebatarle el título a Nadal, el rey de la tierra batida, tras haberse consagrado en Roma, el próximo evento en el calendario del alemán. Sin embargo, se volvió a casa en la primera vuelta. ¿Podrá un año más tarde hacer la diferencia en los torneos a cinco sets y destronar al español?
Parece complicado, no obstante eso se develará recién dentro de dos semanas cuando comience el Abierto de Francia. Mientras tanto, se sube a su auto de alta gama y accede directamente al carril de los candidatos.
Por: Ayrton Aguirre